Durante la recolección de la cereza ponemos
en maceración cerezas y guindas con el
aguardiente durante meses, añadiéndose
azúcar, hierbabuena, café, canela y varias
hierbas más en menor proporción. En este
tiempo todos los ingredientes sufren un
proceso de transformación produciéndose
una simbiosis espectacular entre todos ellos.
Las cerezas y guindas, aportan todo su
potencial de fruta exquisita, y a su vez éstas
asumen el alcohol del aguardiente. Después
de la maceración, se prensa todo sin apretar
mucho. Al final surje un espléndido color,
aroma y sabor (sobre todo natural).
Cata:
Atractivo color marrón brillante. Aroma de
cerezas y guindas, profundo y envolvente.
Cálido y sedoso, con gran persistencia de los
sabores.
Elaboración: Fermentado en depósito de acero de la
vendimia despalillada y estrujada con
bazuqueo manual. Crianza en barricas de
roble francés y americano durante un
mínimo de 8 meses y una crianza en botella
de al menos 6 meses.
Cata:Un vino que conjuga la juventud de la
Mencía con la serenidad del paso por
barrica.
La máxima expresión de terroir.
Elaboración
Encubado de racimos enteros sin despalillar
para buscar la fermentación espontánea de
cada baya. Posterior prensado de la vendimia
y terminación en depósito de acero.
Cata
Un vino puro, exuberante, provocativo y fiel
reflejo de la variedad y terruño.
Su peculiaridad es ser un vino obtenido a través de un proceso de sucesivas oxidaciones. Se elabora únicamente cuando las condiciones climatológicas del año lo permiten, de ahí que su producción sea muy limitada. Sólo cuando la cosecha ha sido sana y la uva muy soleada, es cuando se consigue el grado de madurez necesario para que el exceso de azúcar del mosto, no pueda transformarse totalmente en alcohol y quede el vino con el duce natural que le distingue.
Se trata de un vino licoroso, oscuro, añejado, ligeramente dulce y con mucho cuerpo y aroma. Indicado para postres